12 hábitos que debes eliminar para mejorar tu productividad este 2016 (1)
La productividad en la mayoría de las ocupaciones, es algo que puede lograrse trabajando inteligentemente.
Trabajar mucho puede parecer el camino correcto hacia la productividad, sin embargo esto no es necesariamente real. Trabajar mucho, por muchas horas, sin descanso puede llevarnos a una ilusión de productividad donde tiene más valor la cantidad que la calidad.
Queremos ayudarte a sacar lo mejor de cada día, no matándote con trabajo, si no trabajando adecuadamente, para que así, las horas que trabajes sean valiosas, productivas y no ocupes el tiempo destinado a la diversión y el descanso.
Volverse productivo no es tarea fácil, sin embargo lograr hacer más cosas en menos tiempo es una meta mucho más fácil de cumplir su logramos romper con los malos hábitos que sabotean nuestro tiempo y trabajo.
En esta nota hemos preparado 1 hábitos que debes eliminar para mejorar tu productividad y convertirte en un elemento productivo de tu empresa o negocio, comunes entre los trabajadores.
Navegación impulsiva en Internet
Muchísimas personas cuentan con acceso a internet desde su trabajo. Algunos directamente en la computadora en la que trabajan, otros pueden hacerlo a través de un smartphone u otro dispositivo; sea como sea, internet, con su infinita cantidad de información puede hacer que nos distraigamos con mucha facilidad. Es muy fácil desviarse buscando la respuesta a alguna pregunta al azar que nos llegó al pensamiento.
Un usuario recomienda tener una lista a la mano (ya sea digital o escrita a mano) en la que podamos escribir estos pensamientos o preguntas. De esta manera podremos buscar la información deseada más tarde, cuando no estés tratando de terminar con algún pendiente o trabajo.
Hacer muchas cosas al mismo tiempo
Multitasking es la palabra clave: Muchas personas creen que pueden hacerlo. Algunas personas, por los hábitos diarios, efectivamente se han vuelto expertas en hacer dos cosas al mismo tiempo, sin embargo esto puede ser solamente nuestra percepción. Estudios científicos han demostrado que solamente el 2% de la población mundial tiene la capacidad de realizar con efectividad más de una cosa al mismo tiempo.
Para el resto de nosotros, el multitasking es un mal hábito que disminuye nuestros periodos de concentración y nos vuelve menos productivos a lo largo del día.
Dedícale el tiempo necesario a cada cosa que tengas que hacer y no trates de tomar esos atajos desvían la atención de una tarea a otra. Por ejemplo: Hablar por teléfono y contestar un correo al mismo tiempo. Seguramente habrá quienes creen que pueden dominar esta situación y hacer las dos cosas al mismo tiempo. La realidad es que seguramente encontraremos errores en la redacción del correo o la compresión de este y no habremos puesto la atención necesaria a la llamada telefónica.
Revisar constantemente tu correo a lo largo del día
Si cuentas con una conexión constante a Internet, seguramente en alguna de las pestañas abiertas se encuentra la bandeja de entrada de tu correo. Aunque estar al pendiente de las actividades y mensajes que pueden llegar por correo es parte de las labores diarias, cada vez que revisas tu bandeja de entrada se pierden hasta 25 minutos en promedio. Estar revisando y actualizando el correo puede quitarle mucho más tiempo a tu día de lo que puedes pensar. La recomendación para evitar distracciones, que aunque son propias del trabajo, es cerrar las pestañas del correo electrónico, y apagar el celular o por lo menos cerrar la sesión por sesiones de 30 minutos, especialmente en esos momentos de alta productividad y concentración.
No interrumpas el trabajo que estas realizando si recibes una notificación, termina el pendiente y después dedica un tiempo de tu día a revisar y contestar todos los correo. Es aquí cuando volvemos a la parte del Multitasking. Dale prioridad a una sola cosa, termínalo, y ataca lo siguiente.
Recompensas morales
Lograr hacer las cosas que tenemos que hacer es una batalla contra nosotros mismo. Primero tenemos que eliminar todas las distracciones, preparar lo necesario para cumplir el trabajo y dedicarle el tiempo necesario. Muchas veces, después de concluir algún pendiente o trabajo, buscamos inmediatamente alguna forma de recompensarnos. No solo con el trabajo, también las dietas, rutinas de ejercicio, horario de trabajo etc. no importa, es muy común buscar algún tipo de recompensa por habernos apegado a la rutina durante algún tiempo.
¿Te ha pasado que después de concluir una semana en la que fuiste cuidadoso y ahorrativo con el dinero, sientes la necesidad de derrochar o gastar en algo que no necesitas? Esto se llaman Recompensas, o licencias morales. Estas recompensas puede afectar o arruinar los planes que puedas tener para superarte.
¿Que se puede hacer al respecto? En lugar de otorgarnos esos pequeños permisos o recompensas, puedes intentar convertir a esas metas logradas como parte de tu identidad. Si lograste gastar menos dinero de lo habitual una quincena, o cumpliste con todos tus objetivos en una jornada laboral, piensa en ti mismo como el tipo de persona que ahorra dinero regularmente y trabaja regularmente sin distracciones, en lugar de pensar en ti mismo como alguien que esta trabajando contra su voluntad.
Dejar el trabajo más importante para el final
Es un hábito común que al llegar a la oficina, empecemos a ocuparnos en las tareas sencillas que no requieren de tanta concentración, como revisar reportes o contestar correos. De esta forma empezamos a “encarrerarnos” y así dejar las labores más complejas o tardadas para el final. Muchos lo hacen (esta bien, me incluyo… lo hacemos) sin embargo esto podría ser una idea no tan buena, pues en muchas ocaciones esta mentalidad puede llevarte a no hacer esas labores que eran más importantes.
Estudios han demostrado que las personas tienen una cantidad limitada de fuerza de voluntad. Esta fuerza de voluntad puede ir disminuyendo conforme avanza el día. Así es que si no tienes la disciplina de poder completar una labor, independientemente de tu estado de ánimo o ganas, te recomendamos empezar el día con las labores más difíciles y las que requieres mayor fuerza de voluntad y dejar las cosas sencillas para el resto de la jornada.
Asistir a demasiadas juntas.
Es típico que finalmente has logrado concentrarte en lo que tienes que hacer, llevas un buen ritmo y tienes buena motivación, cuando en ese momento alguien te interrumpe para pedirte que asistas a alguna reunión o junta de estatus. Nada interrumpe el flujo de la productividad como una reunión innecesaria.
Si consideramos todos los medios de comunicación que tenemos disponibles, como las videollamadas, correo electrónico, mensajes de texto instantáneos etc. Una reunión debe realizarse presencialemente cuando se discutirán temas importantes. Lo recomendable es aceptar reuniones solamente cuando el solicitante ha presentado una agenda clara y existe un tiempo estimado.
Con esto concluimos la primera de dos partes sobre el tema de los malos hábitos y la productividad en el trabajo. Te invitamos a leer la segunda parte y dejarnos tus comentarios, puedes escribir algún otro mal habito que pueda afectar el flujo de productividad o algún método que utilizas para evitar distracciones.
Recuerda que una oficina desordenada disminuye la moral de los trabajadores y baja significativamente la producción. Si necesitas espacio, en multibodegas contamos con mini bodegas personales en las que podrás guardar todo lo que te quita espacio, y tener acceso a ello en el momento que quieras.