¿Quieres rentar tu casa o una habitación? Lee éstos consejos
Vamos a plantear un escenario, una de las habitaciones de tu casa no se encuentra ocupada, quizá poco a poco la estás convirtiendo en un almacén y gradualmente la vas llenando de cosas, es más incluso tienes una bici estacionaria que rara vez ocupas o que mejor sirve de perchero. Recordemos que, diariamente el polvo y las bacterias se van acumulando por lo que es importante programar una limpieza constante. Rentar tu casa o una parte, puede darte una entrada monetaria decente, por lo que en esta ocasión platicaremos de los puntos relevantes que debemos considerar.
¿Qué debes saber antes de rentar tu casa o una parte?
Planteemos otro escenario, para esta ocasión el mismo cuarto que se estaba llenando de cosas, ahora te da un flujo de dinero con cuatro características relevantes, recibes una mensualidad mes tras mes, la mayoría de las veces requiere de poca o nula inversión, te permite conocer a gente nueva y te permite ahorrar al compartir los gastos de los servicios.
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Servicios que debemos ofrecer
Al rentar una habitación o casa para que una persona viva ahí, debemos considerar las necesidades del próximo inquilino, por eso nos toca fijarnos en cómo tendrá acceso a dichos servicios.
Los servicios básicos que debemos de ofrecer son agua, baño, luz, internet, espacio en el refrigerador, acceso a la estufa.
Algunas personas buscan la comodidad de un lugar en donde ya se incluya el pago de los servicios en la renta. Para ofrecer esta opción, debemos por incluir el costo de la luz, el internet, el gas, y el agua en el precio de la renta, para lograrlo, determina un valor promedio mensual de estos servicios.
En algunas ocasiones el uso de los servicios excederá el precio que estás cobrando, pero no podrás cobrar ese cargo extra, puesto que estarías rompiendo el trato que previamente hiciste con tu inquilino.
La opción más común es que desde un principio dividas el costo de los servicios que se comparten entre todos.
Al conocer a gente nueva siempre tienes la oportunidad de hacer amistades, por lo que una buena idea para atraer a las personas es ofrecer servicios más allá de los básicos, por ejemplo un servicio de internet de alta velocidad, un servicio de streaming o de limpieza, si sabes cocinar puedes ofrecer un desayuno o cena de lunes a viernes; cada uno de estos elementos aumentarán la comodidad de tu inquilino lo que te permitirá aumentar considerablemente la renta.
Recuerda que la habitación que vas a rentar deberá quedar libre de tus cosas, lo que significa que quizá necesites un nuevo espacio para ese perchero/bici estacionaria.
Si realizas una venta de garaje podrás deshacerte de todas esas cosas que funcionan pero que jamás ocupas o que no necesariamente tienen un valor sentimental y de esta forma liberar espacio ocioso en tu hogar.
Si en cambio dichas cosas tienen valor sentimental y no estemos listos para venderlas o mandarlas a la basura, tu mejor opción es contratar una Minibodega, por ejemplo, en el modelo de 15 m2 podrías guardar dos libreros, un comedor, 12 sillas, un refrigerador, una estufa y hasta una mesa de centro.
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Reglas de convivencia
Al compartir nuestro hogar con otra persona debemos mentalizarnos a que esta persona también vivirá ahí, por lo que deberán compartir los espacios, muebles y utensilios comunes de la casa.
Para establecer reglas de convivencia comunes puedes atender estas preguntas:
- ¿Se puede fumar dentro de la casa o es mejor salir?
- ¿Se pueden recibir visitas? ¿En qué horarios?
- ¿Se pueden hacer fiestas?
- ¿Cómo será el uso de las áreas comunes de la casa?
- ¿Cómo se realizará la limpieza?
- ¿Se permiten mascotas? ¿Qué tipo de mascotas?
Una vez que hayas establecido estos puntos, tendrás la base para las reglas de convivencia, platícalas con tu huésped cuando le des un tour a la casa y en su habitación.
Al momento de establecer una relación fraternal con el huésped es más fácil corregir los conflictos que se pudieran dar, por esto es conveniente que identifiques los puntos de interés que tengan en común, de esta manera la transición inicial será más sencilla.
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Contrato y aspectos legales
Un contrato de arrendamiento te permite escudarte ante las leyes mexicanas, te da certeza de las responsabilidades que tiene el arrendatario, de la misma manera, le da seguridad a tu inquilino sobre tus obligaciones como arrendador.
La ley mexicana indica que toda actividad que genere ingresos debe de ser notificada al SAT, lo que te puede significar un ahorro de citatorios por parte de Hacienda.
Para poder rentar debes ser dueño de la vivienda, o en dado caso puedes subarrendar las habitaciones, si este es tu caso es muy importante que le notifiques al propietario y que se apliquen las modificaciones necesarias en el contrato de arrendamiento.
Los elementos cruciales que deberán estar incluidos en tu contrato son:
- La especificación de la habitación que ocupará tu inquilino
- A cuánto deberá sumar la renta, la forma de pago y los días de tolerancia para realizarlo
- Cuáles son los servicios que se incluyen
- La duración del contrato
- Las cláusulas que puedan anular o rescindir el contrato
- El plazo establecido para el desalojo del inmueble
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¿Qué cantidad se puede ganar?
Este es uno de los puntos más relevantes, rentar esta habitación te garantiza ingresos, pero como platicamos antes, la cantidad que podrás cobrar de la renta dependerá de diversos factores, el principal es la ubicación del mismo, qué tan bien conectado se encuentra con las necesidades de tu inquilino, la forma que manejes el pago de los servicios básicos, los servicios extra que incluyas, por los cuales podrás sumar una cantidad considerable a la renta.
La renta de una habitación puede ser de entre $2,700 hasta $12,000 pesos, esto en promedio para la CDMX, Monterrey y Guadalajara.
No es lo mismo rentar un cuarto en Polanco que en Anzures, por lo que es momento de realizar una búsqueda de otros cuartos en renta, así podrás determinar el costo de tu habitación y de paso encontrar nuevas ideas de servicios para tu huésped.
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Elige al mejor huésped
Para que elijas a tu inquilino correcto debes considerar varios aspectos, prepara unas preguntas que te permitan abrir la conversación y conocer mejor a tu huésped, las siguientes pueden servirte como base.
- ¿En dónde trabajas? ¿Qué haces ahí?
- ¿Cuánto ganas? ¿Nos puedes presentar un recibo de nómina?
- ¿En dónde vives actualmente? ¿Por qué te quieres ir de allí?
- ¿Qué te gusta hacer en tus tiempos libres?
- ¿Qué te llamó la atención de aquí?
- ¿Tienes muebles, tu propia cama? ¿Tienes servicio de mudanza?
Recordemos que vas a vivir con dicha persona, por lo que puedes preguntar más sobre su trabajo, sus amistades, horarios, puedes pedir una referencia laboral y/o personal, dado que aún no la conoces.
Mientras interactúas con el posible huésped, platica también de ti, busca los posibles puntos de convivencia que tengan en común o en contra y profundiza en ellos, estos pasos te permitirán elegir al mejor inquilino.