Mudandote de ciudad por trabajo: ¿Qué hacer con tus cosas?
Ha llegado esa oportunidad que esperabas con un nuevo trabajo en una ciudad distinta. Si bien por un lado es algo emocionante y digno de vivirse, es verdad que también hay muchos temas y responsabilidades que vienen con este tipo de situaciones. La primera y fundamental es qué puedes hacer con tus cosas mientras no estás. En especial si es un trabajo que puede durar varios meses, pero no deja de ser temporal y después de un tiempo seguro estarás de regreso.
Para que no te agobies aquí te traemos tres recomendaciones que seguro solucionarán el 90% del problema que te planteas.
Haz una venta de garage o por internet de todo aquello que no necesitas.
En lugar de permitir que tus cosas se echen a perder con el polvo que acumularán por varios meses, es mejor plantearte venderlas, en especial las que no requieras o no necesites. Esto traerá varios beneficios siendo el primero de ellos un dinerito extra en la cartera. Pero no sólo eso, al sacar todas cosas notarás que es más fácil empacar todo lo que si quieres contigo, pues deliberadamente habrás realizado una selección de los objetos importantes y de lo que no lo son tanto. Así, habrá más espacio en la casa y en las maletas.
Intercámbialo con un familiar.
Esta bien, muchas de esas cosas invariablemente tienen un valor sentimental y no te gustaría que terminaran botadas por ahí. Bueno, para ello igual tenemos una solución. Seguro hay familiares tuyos que están necesitando un objeto como ese que no quieres rematar por internet y si prefieres que ellos los conserven o saquen provecho. Puedes hacer un trato con ellos y cambiarlo por algo que necesites o un algún favor o servicio que ellos puedan brindarte. De esta forma todos ganan, ellos tendrán un objeto que necesitan, tú sabrás que está en buenas manos y finalmente obtendrás un extra por tus cosas.
Guarda el resto de las cosas en una minibodega.
Si después de lo que expusimos antes aún hay cosas (seguro será así) de las que no puedes o no quieres deshacerte pues las usarás más adelante. Puedes optar por guardarlas en una minibodega. El alquiler de bodegas en la ciudad, especialmente las más grandes, es una práctica común, y ayudará a aquellos que tengan muebles y deban abandonar el sitio donde viven actualmente. Es decir, imagina que al mudarte no quieres pagar el alquiler del departamento donde vives (tiende a ser caro) pero debes guardar la cama, el sofá y esa pantalla que no podrá recuperar su inversión en una venta. Para estas situaciones es que las minibodegas son ideales. Pues por un lado, permiten que guardes todo lo necesario y a un precio bastante más accesible que el alquiler del departamento.
El arriendo de bodegas es super común y está destinado a facilitar y abaratar los costos del cliente. Algunos proveedores tienen servicio integrales y te pueden conseguir incluso la persona que hará la mudanza, además de asesorarte con el espacio que necesitas para guardar tus cosas.
Es muy recomendable también revisar los sistemas de vigilancia con los que cuentan. Prefiere aquellas que tienen monitoreo por empresas externas. Podrás encontrar algunas como Multibodegas que incluyen perros de vigilancia y promociones mes a mes. En otras palabras, no tendrás que preocuparte por esos muebles mientras que no te encuentras.
La diferencia entre una persona feliz y una que se encuentra perdida en un mar de cosas, son las decisiones que toma.
Ahora que ya hemos resuelto todo lo que se queda es momento de concentrarse en el nuevo puesto, dar el máximo valor a la empresa y seguir creciendo.